Cuando hablamos de valoración de empresas no existe un
solo método de valoración de empresas sino que los métodos de valoración
siempre tienen que estar relacionados con tres aspectos importantes de la valoración:
1.- Según el ¿porqué? o el ¿para qué? será mejor
utilizar uno u otro método de valoración
2.- no es lo mismo hacer una valoración de una empresa
que esté consolidada en el mercado, que
de una que este comenzando.
3.- no es lo mismo hacer una valoración de empresas en un
entorno de crecimiento empresarial a poder hacer una valoración donde el
crecimiento existe o no.
Métodos estáticos, básicamente en lo que se fijan es en
lo que a sido la empresa o en lo que es y no consideran lo que la empresa va a
ser en un futuro.
Métodos dinámicos o sintéticos, no pretenden demostrar lo
que ha sido o lo que es sino, por lo que la empresa será.
Los primeros métodos responden a una frase a que la
empresa vale por lo que tiene.
La empresa vale por lo que crea, o por lo que es capaz de
hacer.
En cualquiera de los casos se utilizan todos los métodos
ya que así como aquellas personas que dedican a la consultoría y menesteres
relacionados con la materia en la experiencia que puedan llegar a tener con el
transcurso de los trabajos realizados podemos concluir en algo importantísimo
que es que el valor de una empresa no existe, el valor de una empresa es un
tema subjetivo y como es un valor subjetivo los métodos lo único que pretenden
es introducir cierta metodología que objetivise al máximo el cálculo de ese
valor subjetivo pero contando con que no existe. Dicho de otro modo, también se
compara el concepto de valor con el concepto de precio, ya que con la
experiencia se puede decir que el precio también es objetivo, y cuando se realiza
una valoración se debe establecer un suelo y un techo para que las partes que
tengan que negociar para llegar a un precio no se pierdan y sepan dónde puede
estar el mínimo y el máximo del mismo. Por lo tanto hay métodos que son más cercanos
a decir cuál es el mínimo y otros que pueden decir cuando es el máximo y cuando
se realice una negociación, sea esta; por una fusión, por una adquisición
o por una negociación con una empresa de
Venture Capital (Capital de riesgo o capital aventurado) que entre una parte y
otra lleguen a definir cuál es el precio de la transacción pero siempre
teniendo en cuenta que también el precio va a ser subjetivo, eso hará que
cuando hay una negociación de por medio siempre el valor que presente el
vendedor siempre superior al que ofrece el comprador.
Tradicionalmente, la valoración de empresas no ha tenido
en el ámbito de las finanzas la credibilidad suficiente para reportarle un
reconocimiento amplio tanto en el ámbito académico como profesional vinculado
al análisis financiero. Al contrario, se ha caracterizado por ser un lugar
común de tópicos más o menos fundamentados que han contribuido al escepticismo
cuando se ha debatido sobre sus métodos y aplicaciones. A la nunca superada
discusión sobre valor y precio hay que añadir la crítica de superficialidad y
discrecionalidad que habitualmente se achaca a teóricos y profesionales
vinculados al mundo de la valoración de empresas. Con frecuencia, se asocia el
ejercicio de valoración a un hecho puntual sin mayor proyección que la de
proporcionar una visión, quizás sesgada, del valor de la empresa, obtenido en
un marco de gran subjetividad y arbitrariedad en el uso de métodos.
Sin embargo, al mismo tiempo, es necesario constatar
algunas paradojas y reflexiones, que son las que están en el origen de este
material.
En primer lugar, no deja de ser sorprendente que la valoración
de empresas se enfoque a menudo con cierta superficialidad cuando existe un
marco teórico muy sólido en el ámbito de las finanzas que le es de directa
aplicación. Las aportaciones realizadas desde hace ya algunas décadas por
Markowitz, Sharpe, Mogiliani, Miller, Black, Merton, etc., han tenido un gran
eco en la gestión de portafolios en la dinámica de los mercados financieros o
en las finanzas corporativas en general, pero no han calado en las practicas de
valoración de empresas.